Como todo el mundo se dio cuenta, no estuve. Y como todo el mundo también se dió cuenta, estuve en inventario.
Justo como lo pensé: días y días de trabajar 12 horas, haciendo cosas vulgares tipo almacenista, trepada en los racks contando reels, toneladas de polvo y manos negras de mugre. Hoy que se acabo… lo extraño! Aún cuando ayer trabajé 14 horas, debo admitir que no la pasé tan mal y que los almacenistas también pueden ser divertidos y no solo nacos. Me tuvieron riendo todo el tiempo y hasta salía a comer con ellos.
Fuck, me choca la buena onda que traigo ultimamente, en los inventarios anteriores (que fueron más cortos y más light) anduve el segundo día ya con mi carota, renegando, tirandome en el piso y haciendo berrinches y me salia a llorar en el telefono mientras me quejaba con mi novio.
Por supuesto que seguí con mi vida social, cosa que me sorprendió! Salí viernes, sábado y domingo, viví cosas intensas y peligrosas como la ingesta de drogas varias y la ruptura de un preservativo (levonorgestrel: te amo!), y aún así pude regresar al trabajo a las 7 am. El cumple de mi novio estuvo padrisimo, como es constumbre “hubo de todo” (nuevamente me encantan las drogas!)
Anyway, eso se los contaré después si me dan ganas.
Así que increiblemente, los inventarios aunque son un fastidio y un atentado a mi salud mental, también pueden ser divertidos: